19 S: La oportunidad de reconstruirnos

19 S: La oportunidad de reconstruirnos

Los días son fríos. El clima cambió. La ciudad se ha sacudido. Se transformó en cuestión de segundos y no volverá a ser lo que era. Los lugares que conocemos, que transitamos, se han derrumbado, cambiado o resistido, y ahora tienen un halo de miedo, desconfianza y paradójicamente de esperanza.

Caminar por las calles de aquel martes 19 de septiembre, fue caminar por el caos de una memoria que se reavivaba 32 años después. Son de esos momentos que vemos en las películas o en las noticias de otras ciudades, pero que jamás esperas vivir. Muchos de los edificios que acompañaban o servían de escenografía para la cotidianidad, se vinieron abajo o quedaron dañados. Dejando una ciudad llena de heridas y cicatrices que podían mirarse en los rostros de las personas. Nada podía ser igual. Las certezas que tanto se han buscado construir, se han tambaleado. La seguridad, falsa o real, se esfuma y vuelve a ratos.

En muy poco tiempo nos hicimos conscientes que hay vidas desconocidas que habitan espacios y que algunos habían perdido demasiado. El dolor se volvió un grito desesperado. El miedo una constante. La ayuda una esperanza. Descubrimos que hay cosas irreparables e irremediables, pero existe la posibilidad de hacerlas lo más llevaderas posibles, para nosotros y para otros, porque en la vida, siempre hay opciones.

El país entero se movilizó. El México fuerte, volvió a salir. Ese México tan polar, tan diverso, que ha demostrado la capacidad para enfrentar las crisis. Muchos cooperaron, sin reparos, tendiendo una mano y a veces las dos. Llenando de nuevas historias la reconstrucción.

No habían pasado ni dos horas cuando la gente ya había tomado las calles, recogiendo escombros, buscando vida, organizando el tráfico, compartiendo información en redes sociales. No se necesitó al gobierno. En muchos casos se pudo prescindir de ellos. Era de esperarse. Están más al pendiente de los negocios ocultos que de realizar el trabajo que a cada uno le toca y para el que han sido elegidos o contratados. Hacen lo mismo que han hecho por años, sólo que ahora, en medio de las tragedias, se nota aún más. Mientras tanto, siguen armando teatros con la esperanza de usarlos para las futuras campañas que no tardan en comenzar.

La Tierra se movió. Hizo lo que sabe y necesita hacer. Nos deja clara su fuerza, lo difícil que es predecirla y imposible que es controlarla, por más que insistamos en lo contrario. Nos recuerda lo mucho que necesitamos de ella, aunque no siempre sabemos cuidarla, ni respetarla. Lo que es cierto, es que cada quien enfrenta esta situación con lo que puede y tiene, con sus recursos personales, emocionales y psicológicos. No se puede estandarizar una respuesta ni esperar que todos actúen igual, que todos hagan lo mismo en ayuda, comportamiento o fortaleza. Ahí radica la diversidad y la grandeza del ser humano, incluso en los recovecos de ruindad, que también se han hecho presentes y ante los cuales siempre se puede elegir entre mantenerlos o transformarlos.

La unión ha permitido sobrellevar esta situación. Salió a flote la importancia del otro y la responsabilidad sobre uno mismo y los actos que realizamos. Cualquier cosa que cada persona haya sentido, es válida. No importa si se entiende o no. Lo importante es saber qué hacer con lo vivido, porque se ha movido mucho internamente. Las cuentas pendientes. Las relaciones con los demás. Los sueños que no se han concretado. El temor por los seres queridos. Las dudas que te llevan a pensar ¿cuál es la huella que estas dejando en esta vida?, ¿cómo continuar?, ¿qué es lo verdaderamente importante ahora?

Hoy podemos aprovechar esta tragedia para transformar todo aquello que no funciona. Para hacer nuevas elecciones, trabajar lo urgente, solucionar lo que se ha postergado por años. Podemos reconstruir todo aquello que se cayó. Podemos sanar las heridas. Podemos tener memoria. Podemos elegir cambiar o seguir en lo mismo. Dependerá de lo que cada uno decida hacer.

Luis Miguel Tapia Bernal

Terapeuta en Constelaciones Familiares. Máster en Terapia Breve Estratégica. Autor de "Las intermitencias del amor".

Artículos Relacionados

Mi Facebook falso

Con los años, las historias fluyen en un multiverso de lo que realmente sucedió, lo que narraste, lo que entendieron las personas que en realidad te escucharon, y aquello que ahora recuerdan. Cuando una persona...

Leer más

Comentario (1)

  • Iris Aguilar Vázquez

    Definitivo, esta experiencia saco lo mejor y también destapó las cloacas. Excelente tu reflexión. Va un abrazo

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.