El amor ciego

Querer solucionar un problema que hizo alguien más en el pasado, no sólo resulta inútil sino contraproducente. Esto que parece tan obvio, no siempre está presente ni se lleva a cabo. Por el contrario, el ser humano es especialista en tratar de suplir o subsanar “heroicamente” los problemas ajenos, y más aún en la familia, donde siempre hay situaciones que alteran el orden, el amor y la pertenencia.

La familia es un sistema, que, como el cuerpo humano, funciona con todos sus componentes, si alguno de ellos falla o se ve dañado, se busca compensar de alguna manera para seguir con vida. Exactamente igual ocurre en el sistema familiar, donde cada miembro que haya nacido o haya sido gestado tiene derecho a pertenecer: abuelos, tíos, padre, madre, hermanos. También tienen derecho a pertenecer aquellos que hayan hecho espacio para lleguen otros, por ejemplo las exparejas, así como los que hayan hecho o recibido un daño: bandos de guerra, asesinatos, violaciones.

Hay que tener en cuenta que, además de la pertenencia, está la prioridad, esto se refiera a que quienes nacieron primero tienen prioridad sobre aquellos que vinieron después. Así como las nuevas familias, tienen prioridad sobre las anteriores, por ejemplo la pareja tiene prioridad sobre la familia de origen.

Hasta aquí todo parece natural, entendible o deseable. Los conflictos empiezan cuando todo lo que no agrada o atenta contra lo que se considera bueno o funcional en el sistema de creencias de cada familia, se termina por excluir, ya sea al hecho o la persona, dejando un hueco que tarde o temprano, alguien posterior buscará compensar a través de repetir aquello que se suprimió y quedó pendiente en busca de una solución.

Así podemos encontrar grandes desequilibrios como cuando la familia de origen es más importante que la pareja, descuidando y rompiendo la reciprocidad, o cuando se evita mencionar o contar a quienes murieron a temprana edad, o cuando se quiere acompañar o asumir la responsabilidad de otro; acciones como estas, transgreden el orden y llevan a pagar un precio muy alto.

Hay que tener presente que esta necesidad de compensar o acompañar en el dolor a otros, se vive muchas veces de manera inconsciente, ya que el impulso de amor ciego y sin orden, busca asumir lo que está pendiente para sentir pertenencia y reforzar los vínculos. De esta manera se cierra la posibilidad de ver la dinámica y encontrar la solución por sí mismos, creando conflictos muy profundos que no son tan fáciles de desenredar a través de sólo pláticas o demasiada teoría, ya que no se llegan a entender ni se logran sacar a la luz estas dinámicas. Así se van repitiendo patrones, sentimientos o sensaciones que van creando obstáculos y dan resultados como la perdida de salud o pareja, tener accidentes constantes, obstaculizar el trabajo, el éxito y el dinero, por mencionar algunos.

Pero también hay situaciones o sucesos que la persona experimentó y que están muy conscientes más no se sabe cómo manejarlos e integrarlos, convirtiéndose en heridas abiertas que no se pueden curar, dando pie a círculos viciosos que aumentan el dolor y pueden terminar dañando a otros.

Las Constelaciones Familiares, permiten sacar a la luz esas dinámicas y vínculos que obstaculizan el crecimiento y crean repeticiones que sólo agregan sufrimiento. Esto se logra al develar, a través de la representación visual, la posición que se ocupa en el problema, desenredando el conflicto, sanando y dejando atrás lo que ocurrió y liberando las emociones estancadas, llegando a la comprensión y la solución de manera clara y concisa.

Las consultas son más efectivas porque la terapia es a la medida de cada consultante, puesto que su vida y su familia son únicas, con sus vivencias, concepciones, carencias y fortalezas, reduciéndose así el número de sesiones y siendo mucho más productivas. De esta manera resulta más claro que la mejor forma de vivir y dejar atrás el amor que duele e intoxica, es sanar el pasado y ocupar el lugar que corresponde, liberar culpas y asumir responsabilidades.

Empieza por trabajar y construir tus soluciones. Puedes agendar tu consulta individual o de pareja dando click aquí.

Luis Miguel Tapia Bernal

Terapeuta en Constelaciones Familiares. Máster en Terapia Breve Estratégica. Autor de "Las intermitencias del amor".

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Comentarios (5)

  • Monica Ambriz

    Realmente es muy doloroso y costoso, querer sustituir o compensar pérdidas… el trabajo es difícil y ver que estás viviendo así mucho más ?pero es liberador ?
    ??Gracias por estar y por tan valiosa ayuda
    Saludos…

  • Yurii

    Lo que duele siempre es dificíl dejarlo ir…. raro, no? Pero cierto! Siempre cuesta despegarte de las perdidas me encanto este articulo… saludos Luis!!!!

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  • Juana

    Muy interesante. Estoy descubriendo cosas que antes no entendía y estoy abriendo mi cabeza a otra interpretación. Muy interesante.
    Gracias por compartirlo
    Atte juana

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